lunes, 26 de noviembre de 2018

Mi nueva vida como mamá

Nunca me podría haber imaginado lo que se siente dando a luz a un hijo, nunca ni en un millón de años podría haber imaginado que el pasado once de julio, en pleno verano y casi a punto de recibir la ola de calor que sufrimos, yo, cambié para siempre.
El mundo que conocía hasta ahora desapareció por completo dando lugar a un mundo mejor sólo porque ella está aquí,  mi arco iris privado de felicidad.
Antes me sentía como un ser individual,  tenía mi pareja, mi gato, un hogar, mi familia y todo ha cambiado ya que ya no soy ni seré yo sola nunca más,  ahora soy la mamá de I. y de verdad , tengo que reconocer de corazón que es lo mejor que me ha pasado nunca a la par de lo más duro también, pero que vale con creces el esfuerzo y el llegar al límite a nivel de no dormir, estar más preocupado de lo normal, etc.
Si pudiera retroceder en el tiempo hubiera sido mamá antes, ahora a mis 34 recién estrenados me sigo considerando joven pero me hubiera gustado a está edad tener ya un par de bebés pero claro las circunstancias mandan y a pesar de llevar con mi pareja ocho años no tuvimos buenas oportunidades laborales, emigramos un par de años a Escocia y luego el tiempo pasa tan rápido que mientras planeas la boda ,encuentras un trabajo decente, buscas piso, tratas de tener todo más o menos en orden y al final te das cuenta de que el tiempo no vuelve y que a veces no hay que tratar de buscar la perfección en la vida para casarte o formar una familia porque con o sin ayuda todo sale, mejor o peor y un hijo es lo que cuenta y nada ni nadie debería meterse en está decisión.